Los pechos en tu embarazo

Hay algo que nunca deja de fascinarme: el embarazo y los cambios el cuerpo de la mujer durante las semanas de gestación. 

A parte del evidente volumen de la barriga, todo el organismo se prepara para acoger al nuevo ser, primero dentro del útero materno y después en el exterior.

Pensando también que la duración de un embarazo es una excelente oportunidad para informarse y prepararse.

Es interesante conocer cómo van cambiando los pechos durante el embarazo hasta estar perfectamente listos para la lactancia que llegará después del nacimiento.

1 – Habrás notado un aumento de talla. A veces es uno de los primeros síntomas que percibes, incluso antes de tener la prueba de embarazo positiva. Esa una sensación de tener los pechos más turgentes o hinchados, similar a lo que ocurre cuando está a punto de bajarte la regla. Y es que, durante el embarazo, termina la formación del tejido glandular mamario que ha comenzado desde que tú misma eras un embrión en el vientre de tu madre (mamogénesis embrionaria) y luego ha continuado en la pubertad (mamogénesis puberal) y en cada ciclo menstrual hasta la edad adulta.  Así que ahora, en el embarazo, es cuando el pecho con todos los tejidos internos que lo forman, se prepara para estar totalmente listo apara amamantar (mamogénesis gestacional).

2 – Es posible que tengas los pezones muy sensibles y que llegue a molestar el roce de la ropa o el sujetador. Elige prendas cómodas de tejidos naturales para encontrarte confortable. 

3 – Verás que poco a poco el pezón y la areola adquieren un color más oscuro que hace que destaquen de la piel de alrededor, de modo que cuando el bebé nazca, podrá identificarlos mejor por el contraste del tono de piel, entre otras cosas.

4 – También puedes notar unos pequeños bultitos como si fueran granitos en la zona de la areola que se llaman tubérculos de Montgomery y que secretan una sustancia grasa y antibacteriana que protege y lubrica el pezón. 

5 – A partir de cierto momento también puedes observar que sale líquido más o menos claro por alguno de los orificios del pezón, ya que la glándula mamaria está preparándose para tener el calostro a punto en el nacimiento, y segrega este líquido previo al calostro. 

Quizá quieras preguntarme: 

¿Tengo que preparar los pechos de algún modo para la lactancia?

La respuesta es sencilla: no. Ya que como ves:

Durante el #embarazo, los pechos se preparan ‘ellos solos’ para la #lactancia.

Ni siquiera si tienes los pezones aplanados o ligeramente invertidos hace falta experimentar ninguna técnica para extraerlos más o para endurecerlos con cremas ni masajes ni nada. Solamente tu higiene habitual con la ducha o el baño es suficiente. 

Y cuando llegue el momento en que tu recién nacido/a ‘estrene’ esos pezones, observa lo increíble que será cuando los encuentre por primera vez, olfatee, note el tacto y le sepan ‘a mamá’ al tomar ese oro líquido –calostro- que le tienes preparado como regalo de bienvenida. 

Es importante el #inicioprecoz de la #lactancia en las primeras horas y estar atentos a si surge alguna dificultad.

Si por cualquier motivo sientes molestias, dolor o algo no va como esperabas, no dudes ni esperes en consultar. Hay formas de ayudarte en ese momento si al bebé le costara agarrarse por lo que sea.

Cuenta conmigo si lo necesitas, estoy aquí para acompañarte y apoyarte. 

Dra. Sarai de la Fuente Gelabert

Publicado por Consulta de Lactancia IBCLC

Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Consultora Internacional de Lactancia Materna certificada, IBCLC.

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